Este es el segundo relato que publico en el blog de Blue Fénix. En esta ocasión el tema es intriga política, espero que os guste. (2 páginas)
Ahora mismo estoy delante del monumento a Sousa, el luchador por la libertad, el héroe que cayó a manos de un malvado traidor enemigo del pueblo… Creo que no me he presentado, soy el traidor que asesino a Sousa.
¿Y quien es Sousa? Descrito en pocas palabras, era un personajillo sin inteligencia ni carisma cuya única cualidad era su valentía… Bueno, lo suyo no era exactamente valentía, era mas bien estupidez temeraria.
Sousa era el líder de un minúsculo partido que no pintaba nada en la escena política, y jamás habría pintado nada de no ser por el golpe de estado de Santos. Sousa fue el primero en organizar protestas contra el gobierno golpista, lo que le convirtió en el opositor mas conocido, aunque su consagración vino después de su fuga.
Durante unas revueltas Sousa fue detenido, y el régimen, que quería demostrar al mundo su poder y autoridad, decidió juzgarle en un gran macrojuicio en el que le presentaron como el líder de la oposición; pero durante el traslado al tribunal Sousa fue capaz de saltar del vehículo donde le llevaban detenido y escapó corriendo por la calle. El gobierno desplegó a toda la policía y el ejército para buscarle, pero la suerte estaba del lado de Sousa. Esta hazaña le convirtió en un gran héroe y, en consecuencia, en el líder indiscutible de la resistencia.
Una vez se vio al frente, Sousa organizó la respuesta: Un gran levantamiento armado que derrocara al régimen de Santos, un levantamiento que consistía simplemente en lanzar a todos nuestros partidarios en una gran carga frontal contra los principales cuarteles militares y edificios del gobierno, un gran asalto que debía darnos el control del país.
Si, el plan era una absoluta locura, pero para Sousa cosas como estudiar las debilidades del enemigo, buscar aliados, planificar, … eran inconcebibles; él solo entendía de atacar, de disparar… Su pequeña mente era incapaz de ir mas allá de los tópicos de una película de acción de serie B.
Y entonces llegó “el día”. Un contacto en el ministerio de defensa (si, dentro del régimen también había gente en contra de Santos) me avisó de que el gobierno conocía nuestros planes y había organizado la defensa. Tras recibir esta información me fui al piso franco donde se ocultaba Sousa, a avisarle de que había que cancelar el plan de inmediato; como era de esperar, se negó.
Me da la sensación de que lo has hecho en poquito tiempo, Mr… pero ha sido entretenida la lectura. 🙂
Un abrazosociopático
pura
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