Y, como es costumbre en este blog, aquí está la autopsia de mi relato de ayer.
Historia: Este relato está inspirado en un personaje histórico, Boudica, una reina de los icenos (tribu que habitaba el este de Inglaterra) que en el año 60 d.c. se reveló contra los romanos. Sorprendentemente, Boudica está considerada una de las grandes heroínas de Gran Bretaña cuando lo lógico sería que fuera una heroína para los italianos, ya que el gran mérito de esta mujer es haber consolidado el dominio de Roma sobre la actual Inglaterra.
La historia comienza en el año 60 de nuestra era. Los abusos del procurador Cato Deciano llevaron a los pueblos britanos a sublevarse contra Roma, eligiendo a Boudica como su líder. Los sublevados consiguen una victoria tras otra, incluyendo la destrucción de Londinium (Londres), hasta el punto de que consiguen derrotar a los romanos casi por completo.
En un movimiento desesperado Cayo Suetonio, el gobernador de Britania, reúne todas las tropas disponibles y busca un lugar donde presentar batalla al ejército de Boudica. Suetonio logró reunir apenas 10.000 soldados para enfrentarse al ejército de Boudcia, que se estima tenía entre 100.000 y 230.000 soldados.
Para enfrentarse a Boudica, Suetonio eligió un valle cerrado rodeado por árboles y abierto solo por la entrada frontal, lo que hacía prácticamente imposible rodear a las tropas para atacarlas por los flancos o por detrás, pero hacía muy fácil sitiar a los romanos. Suetonio confiaba en que Boudica, cegada por sus éxitos y su superioridad numérica, ordenaría una carga frontal contra sus legiones, un tipo de ataque que los romanos podían detener incluso en una situación de inferioridad desesperada.
Y Boudica cayó en la trampa. Al verse frente a los romanos, ordenó a sus soldados cargan contra las legiones y pasó lo que tenía que pasar: Sus hombres se estrellaron contra una muralla de escudos y lanzas; la carga se saldó con varios miles de muertos entre las filas britanas sin causar daño alguno a las tropas romanas.
Los britanos insistieron en su ataque, con idéntico resultado; cada carga sembraba el campo de batalla de cadáveres britanos sin causar daños apreciables a las legiones romanas. Esta etapa de la batalla se prolongó hasta que Suetonio decidió que los britanos ya se habían debilitado lo suficiente, momento en que ordenó a sus tropas avanzar, avance que puso de manifiesto otro error mortal de los britanos.
El ejército de Boudica no era un ejército como lo entendemos hoy en día, era mas bien una tribu nómada en la que los soldados iban acompañados por sus familias. Los britanos estaban tan seguros de su victoria que decidieron convertir la batalla en un espectáculo para sus familias, así que colocaron sus carros en línea, cerrando la entrada al valle, para que sirviera de gradería a sus familias. Dicho con otras palabras, los britanos quedaron encerrados entre los escudos romanos y sus propios carros; sin darse cuenta, habían convertido el valle en una ratonera.
Cuando los romanos comenzaron su avance, los britanos se dieron cuenta de que estaban atrapados; en ese momento se desató el pánico entre sus filas y trataron de huir a la desesperada, con lo que a los romanos ya solo les quedó perseguir y apresar a los britanos. Contra todo pronóstico, Suetonio había ganado. ¿Y que fue de Boudica? Después de esta batalla desapareció y no se volvió a saber de ella, aunque la leyenda cuenta que se suicidó y que fue enterrada con grandes honores.
¿Que habría pasado si los britanos hubiesen ganado esta batalla? Que el dominio romano sobre Gran Bretaña habría terminado en el año 61, con lo que la historia de Inglaterra, y probablemente de toda Europa, habría sido distinta.
Pero Suetonio venció, por lo que Gran Bretaña no solo permaneció bajo el dominio de Roma, sino que ya no se produjo ninguna nueva rebelión contra los dominadores; Gran Bretaña siguió siendo provincia romana hasta la caída del imperio.
No debe sorprendernos el resultado tan radical de la batalla; no hay que olvidar que, en esencia, lo que hizo Boudica fue reunir a todos los que estaban dispuestos a luchar contra Roma y entregárselos a Suetonio, con lo que después de esta batalla Gran Bretaña no solo se quedó sin guerreros, se quedó también sin espíritu de lucha. Dicho con otras palabras, si Boudica hubiera sido un agente al servicio de Roma, no podría haber hecho un trabajo mas redondo; de ahí que, en mi modesta opinión, su estatua debería estar en Roma y no en Londres.
Nacimiento: Tras leer la historia anterior la pregunta es inevitable… ¿Que habría pasado si un comandante britano le hubiera quitado el mando a Boudica? Aunque esta historia también pone de manifiesto la importancia de tener una vida peliculera y una muerte trágica si quieres pasar a la historia. Un buen ejemplo son Bonnie & Clyde, la pareja de atracadores de bancos cuyo únicos méritos fueron su habilidad para escapar de la policía y el hecho de que murieron tiroteados.
Con estas ideas le di forma a una historia sobre un revolucionado incompetente al que hay que parar los pies para impedir que lleve a su gente al desastre. Mi idea inicial era que el asesino de Sousa fuera el verdadero protagonista, pero me pareció que el relato quedaba mejor si lo dejaba en un segundo plano y centraba la historia en como la muerte de Sousa evitaba el desastre.
El resultado final es un relato sin protagonistas, donde es el destino quien lleva la batuta y los personajes se limitan a cumplir el papel que se les ha asignado. Así, el narrador salva la revolución pero no puede evitar que Sousa se convierta en una leyenda, mientras que Sousa, aunque consigue la gloria y el reconocimiento, no juega ningún papel real en la historia.