Hacía ya tiempo que no colgaba nada en esta sección pero el caso que nos ocupa bien lo merece. Hoy os propongo un viaje por los recovecos de mi creación poética que hasta incluye un fragmento de poema descartado que quizás encontréis interesante.
La idea original de este poema me vino a la mente al leer el cuarto cómic de Blacksad. Titulado «El infierno, el silencio.» En él aparecía una imagen de verano a la sombra de unos árboles, que si no recuerdo mal eran olivos. Y si no lo eran como si lo fueran porque yo me quedé con esa idea en la cabeza. (Al final incluyo los versos en cuestión)
Las tres o cuatro estrofas que surgieron a raíz de ello quedaron enterradas entre todas las cosas que tengo permanentemente a medias. No son pocas y la mayor parte de ellas no llegan jamás a ver la luz del sol… o de internet en cualquier caso.
Otras veces, como es el caso, cojo alguna de las estrofas sueltas y las aprovecho para construir un nuevo poema, que puede tener que ver entre muy poco y nada con el original. En este poema fueron la primera, la segunda y la última. Más adelante los últimos versos de todas ellas serían cambiados por lo que sólo quedaron dos versos en la primera y los primeros de las otras dos estrofas. Una pizca del Blues contenido en el mencionado cómic.
Lo interesante, al menos para mí de esta obra es que originalmente incluía una segunda estrofa que decía así:
Mas sin ti, Atenea,
Madre, sombra, alma,
Mujer que me velas,
Mujer que llora y reza.
Releyéndolo con más atención, y tras algunas observaciones de mi crítico me di cuenta de que había una cierta desconexión entre las estrofas y me dispuse a revisarlo. Esta estrofa me llamó la atención y aún cuando mi primer impulso fue el de retocarla, me pregunté: ¿Qué me aporta esta estrofa y que pierdo si la quito? la respuesta fue: nada y nada, de modo que no me molesté. Al releer el poema sinla estrofa en cuestión me di cuenta de que había mejorado bastante pues ésta era un cambio de sentido… una curva completamente innecesaria que le hacía a uno perderse en divagaciones mucho más que cualquier otra cosa.
La estrofa en sí es perfectamente olvidable, prueba de ello es que la eliminé. pero me permitió darme cuenta, o fue un buen ejemplo, de cómo a veces algo redundante o simplemente pobre puede romper un conjunto aproximadamente armónico y hasta qué punto el conjunto puede beneficiarse de su desaparición.
Y para terminar, puesto que los tengo, los versos originales que dieron lugar al poema y que, como veréis apuntan en una dirección bastante distinta (hay algunas referencias a la historia pero no creo que lleguen a spoiler siquiera):
Sombras de un verano entre olivos
Viento del amanecer
Llora en silencio el hijo
Viendo al padre desaparecer
Sopla el acero dulce
Sabor a libertad y mujer
Sopla el acero y sufre
Entre las sombras del atardecer
Dime niña
Porque oigo pianos
Clamar blues por tu sonrisa
Por tus labios sonrosados
Niña triste y anodina
Niña eres una canción
No necesito sombras de olivo
Si estás a mi lado niña
No necesito siquiera un destino
Sólo la dulce melodía
Pero tu sopla el metal