Y siguiendo con la recta final de este relato uno de los fragmentos que más trabajo me dio y de hecho casi el primero que escribí. El monólogo interior fue originalmente escrito como ejercicio para la escuela de escritura y fue lo que me hizo decidirme a reescribir el relato del lobo y el hada, dando como resultado el texto que llevamos más de un mes leyendo. Espero que lo disfrutéis tanto como yo lo sufrí. [Podéis encontrar el monólogo original aquí]
En la cueva Naida yacía medio desmayada sobre la roca. Aunque se incorporó con la llegada de su amigo. Había perdido demasiados gramos. Incluso un humano normal hubiera aguantado más tiempo. Aunque con su tamaño debía de tener el metabolismo más rápido del bosque… insectos a parte. Todd dejó caer un pedazo de pierna de liebre en el suelo de la cueva. Un trozo de músculo sin piel ni cara, ni huesos ni nada que no fuera comestible o irreconocible.
-¿Qué quiere decir esto?- le preguntó Naida.
-He hablado con Ílidan sobre ti…- fue cuanto tubo el valor de responderle.
-Esta loco- contesto- Espera que yo…- el hada leyó la cara de angustia de Todd. –Lo espera…- afirmó después. -Y tú encima le creerás-
-Dice que creas a tu cuerpo-
-¿Qué quiere decir eso?- Todd no se atrevió a contestar. -¡Queréis volverme loca ¿verdad?! ¡Tú y tu…!- Naida estaba tan débil que se desmayó por la pequeña emoción. Todd se tumbó a tu lado y contempló como los últimos rayos de sol desaparecían entre los árboles. Hubiera querido decirle algo, pero sabía que cada palabra suya sólo la enfadaría más. Sabía que cada argumento sólo lo haría que se cerrara más ¿Cómo podía caber tanto orgullo en algo tan pequeño? Todd la acarició lo más suavemente que pudo con el morro y se tumbó a su lado, mirando los árboles en la oscuridad. Durmiendo quizás, o si no, al menos, haciéndose el dormido.
Hambre y latidos, latidos y pelaje, pelaje y un olor. ¿Cómo podía estar tan caliente con aquel frío? ¿Y aquel olor? Si hubiera tenido su pelaje…o su tamaño ¡Silencio estómago!
Naida tampoco sabía qué era aquel olor. Allí sólo había paredes de piedra y viento y…
¡Por Undine! ¡No! ¿Desde cuando respirar requería concentración?… aquel olor…
¿Desde cuando requería esfuerzo? Saliva. Maldito estómago, desde que la expulsaron vivía esclavizada por él ¿A caso no sabía distinguir la comida? Echaba de menos el polen, el néctar del centro de las flores ¡No iba a engañarle un maldito pedazo de… de…carne! Eso es lo que era, le daría la espalda y… cómo le pesaban las alas… Todd ¿por qué cuidaba de ella? Los lobos no…nunca… ¿Por qué apestaba tanto aquella cosa? Se conformaba con un par de semillas heladas. Que creyera a su cuerpo ¿De dónde salía tanta saliva? No tenía aquellos problemas cuando vivía del maná ¿Por qué la echaron? Sólo había querido entender por qué… Sonaba como si tuviera un oso en el estómago. Ni siquiera quería poder. ¡Que creyera a su cuerpo!… Todd nació para asesino… parecía un peluche dormido, pero era un arma. También era paciente… y bastante comprensivo… y… pero el caso es que era un arma. Basta de saliva Naida ¡Un hada debía ser digna! Sólo había que mirar a Todd y mirarla a ella ¡Todd podía matar liebres de un mordisco! Si no es por él se la hubiera comido aquel búho. No tenía su olfato, ni sus garras ni sus… ¿Colmillos? Vamos Naida, respiración profunda. Sus colmillos tenían que ser vestigiales como los de las… los… ¡¿Para qué servían cinco milímetros de colmillos?! Aunque los ciervos no tenían ninguno ¿Iba a matar ácaros con ellos? Ni los castores tampoco. Había que pensar con… con… ¡Déjame en paz! ¡No era comida! … con claridad ¡No importaba como oliera! Las hadas no habían atacado a un ser vivo en milenios, y la razón de que tuvieran colmillos era… era… otra… casi ni parecía un animal. Naida, no, debía pensar en las ardillas, miel de lavanda, ¿Por qué no tenían colmillos? Era blanda y helada. ¿Por qué tenía que ser tan viscosa? Aquello había estado vivo. ¿El círculo la exilió a morir? Una vez le hablaron de miel de azahar. Un hada no… un hada nunca… ella no…no quería morir. Verdaderamente era un peluche durmiente. Pero era un arma. No debería haberse acercado, no debería haber tocado… no quería pasar otro día… otra noche en vela. Si Todd despertara… no podría si la miraba. Aunque fuera un arma ella… pero dormía. Si no la hubieran expulsado no hubiera pensado siquiera… Todd… un sólo colmillo de ardilla y no hubiera tocado aquel trozo de…de…carne… que bajaba por su garganta.