Aquí tenemos el primer poema de esta semana, espero que lo disfrutéis. Es un poco más crudo que los anteriores y uno de los favoritos de mi crítico así que quedáis advertidos, cualquier parecido con la ternura será pura coincidencia. (1 página)
Falacia de la feliz familia
Una sombra que vibra temerosa
Llora en el regazo de su madre la luna,
Mira a su padre el sol y solloza
Mentiras sobre la vida, la verdad y la culpa.
Al mismo tiempo el buen cristiano
Teme a dios mientras viola a su hija
Pagando el debido tributo al tirano,
Un moderno monarca cesaropapista.
La sombra sonríe al abrir un regalo
Sin llegar a ver el complicado juego mental,
Es el regalo quizás de algún enamorado,
Un amor tal vez despreocupado y maternal.
El buen cristiano se flagela y peca
Mientras peca y flagela el cristiano,
Pero nunca pide perdón,
Hiere y se hiere sin pensar siquiera
Y da de este modo el tema por zanjado.
Una prostituta especializada en pervertidos
Se acuerda del suyo al llamar papa a un cliente,
Paga bien y no es muy duro,
Carne sobre carne, estéril a todo erotismo,
Es una niña crecida con un papa intransigente.
El suyo era mucho más hombre,
Un arcaico pare del antiguo testamento,
Quizás por eso casáronse,
Quizás por eso le seguía desobedeciendo.
A fin de cuentas ambos son el mismo sujeto,
Lágrimas de la luna que fue sombra bajo el maquillaje,
Y sin embargo tiene hoy ella mucho más poder,
Sexo apasionado, violento cruel y salvaje,
Sexo como no existe de otro tipo, sexo…
Del que lleva toda una vida poder recuperarse,
…Sexo…
Ahora la sombra yace olvidada por completo
Pues es la madre una figura ausente, una puta
Y el padre uno de los más ejemplares cristianos.
Entre el sol y la luna la sombra se sumerge en un introspectivo lamento
Pues no hay quien calce hoy, fulgentes patines dorados.
(21/02/11)
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