Flores negras de esperanza

Así empieza la semana, con un poema que espero os agrade sobre las verdadera naturaleza de los sueños y un tipo de gente que odio sobremanera debido a experiencias pasadas. Disfrutadlo tanto como os sea posible. (1 página)

Flores negras de esperanza

El jardinero contempló horrorizado
Las flores de azabache
De un sueño pretérito y dorado
Germinar en sus manos y descuartizarle.

Flores negras de racionalidad,
Conclusiones lógicas,
Aplastante dosis de realidad
Y una sonrisa paradójica.

El sueño es una mata de espinas
Enraizadas en un corazón confiado,
Maleza sobre maleza en un esfuerzo cuasi estéril
Salvo por las pequeñas flores blanquecinas
Nacidas de la suerte y un esmerado cuidado.

Pero siempre es un sueño más espina que flor.

Recordó el jardinero en su sonrisa
Las manos de rutilante turquesa
Que avivaron las ramas de su sueño
Llevando impresa una incolora mentira,
Una inodora falacia, voces de sirena,
Cantando con la insípida voz del viento.

El agua de las flores negras en forma de rosa.

El sueño transgénico tiene siempre
Altas ramas que abrazan las nubes,
Superfluas raíces hacia el corazón,
Suaves ramas de presto crecer vehemente,
Y la esencia de cuanto es voluble.

Pero el sueño es en la naturaleza
Un pequeño matorral
Con raíces que cavan hasta el alma
Y ramas de afiladas espinas y aspereza.

Es por ello que desconfía el poeta de quienes le animan,
De quienes no ven las serpientes al borde de la vereda,
De quienes alentan esperanzas vacías,
De quienes llevan en su alma las ponzoñosas flores negras.

Pues el verdadero sueño es siempre más espina que flor.

(26/03/11)


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