Rocío sobre la rosa marchita

Primer poema nuevo desde hace ya algún tiempo. Como ya decía ayer en la página de facebook se lo escribo, dedico, y agradezco, a «mi» rosa, por conseguir inspirarme incluso en los momentos más adversos. (1 página)

Rocío sobre la rosa marchita

Contemplo el principio de un verano urbano
Y todo es sol y asfalto caliente,
Se respira ajetreo y vida de insecto atareado
Mas sólo hay sol feroz, brutal e incandescente.

Sin un solo pájaro
Piar de camiones marcha atrás,
Y bajo sus ruedas sueños de cáñamo
Que ya nadie tiene tiempo de soñar.

Me trae el viento
Pétalos de las rosas ante tu ventana,
Viento de fuego, viento adusto y muerto
Sopla entre los recovecos de una ciudad superpoblada
Llevando consigo ajada primavera en pétalos resecos.

Hay una rosa enferma en mi corazón
Y otra en tu cuerpo,
Sendos llantos de ceñida desazón,
Lágrimas que son mis versos.

Versos como pétalos
De un rojo ennegrecido,
Un carmín enlutado,
Del color de cuanto se ha perdido
El olor de cuanto no intentamos.

Ya en mis manos
Una gota de agua sobre ellos,
Una lágrima quizás, no,
Una gota de rocío,
Como el tenue calor tras un beso
El exiguo sabor del amor,
Gemas de onírico brillo
Recuerdo de tus ojos almendrados.

Gotas de agua y sueños
En el fondo de tu mirar,
En el fondo de mis versos,
Espejismos y esperanzas enquistados,
Secretos al viento y luz de mar
En dos corazones hermanos.

Contemplo el principio de un verano urbano
Y todo es asfalto y sol, nubes de fuego
Mas sonrío y escribo esperanzado
Al ritmo de tu luz, tu esencia de verso eterno.

No importa cuan marchita esté la rosa,
No importa cuan muerta su apariencia,
Siempre quedarán sobre sus hojas,
Gotas del amor de Atenea que destila su existencia

(15/06/11)


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *